domingo, 8 de abril de 2007

Biocombustibles, la otra cara de la moneda




Una de las alternativas que se están estudiando y en parte llevando a cabo para reemplazar los combustibles fósiles son los de origen biológicos, o biocombustibles, por sus características de renovables, baja o casi nula contaminación y por su costo de elaboración que es mucho menor que el petróleo y sus derivados.
Pero hoy me desayuné con una noticia que apareció en el diario New York Times, en donde l
os economistas Ford Runge y Benjamil Senauer se suman a un debate de gran actualidad, que se disparó con el plan de potenciar la utilización de biocombustibles para recortar la dependencia de Estados Unidos del petróleo. Y para demostrar sus afirmaciones informan que llenar el tanque de un vehículo 4x4 con 94,5 litros de etanol puro requiere 204 kilogramos de maíz, lo que representa suficientes calorías para alimentar a una persona durante un año. Las entregas de soja, avena, maíz y trigo, para entrega en mayo, ya escalaron sus precios en el mercado internacional. No pretendo polemizar con los economistas Norteamericanos, pues no es esa mi especialización, pero si ilustrar que el Etanol que es el combustible que se puede obtener del maíz también se puede procesar a partir del azúcar, la cual puede ser de caña o de remolacha azucarera. Así mismo se pueden obtener combustibles que reemplaza al gasoil desde cualquier oleaginosa, tal el caso de la soja, colza, girasol, etc. Hace pocos días atrás en Argentina se llevó a cabo un experimento en un avión a reacción en donde se reemplazó el combustible usual por otro derivado de la soja, con excelentes resultados, y con una economía que rondaba el 40%. Si bien es cierto que el uso de productos agrícolas para ser utilizados como combustibles pueda hacer subir sus precios por la mayor demanda, no es menos cierto que estos productos lleguen a tener un valor más real lo que permitiría una rentabilidad más ecuánime al productor agrícola. Y quizás de esta forma se pudiese lograr que los actuales productores de hoja de coca, por ejemplo, revirtiesen sus cultivos en miras de sus mejoras económicas, y que en definitiva no recalentaran los bolsillos de los usuarios pues de todas maneras siempre se estaría utilizando un combustible mas barato que el petróleo. Para obtener una mayor producción de granos solamente se requiere que los gobiernos implementen las políticas agropecuarias pertinentes, dejando de subvencionar por un lado y castigando con altísimos impuestos por otro lado. Existe suficiente espacio para producir más y con mayor razón si se utilizan técnicas conservacionistas, es solo cuestión que le den al productor agrícola las herramientas necesarias y ellos sabrán muy bien como producir lo necesario en forma eficiente y productiva. Este tipo de declaraciones me hace recordar los intentos de los grandes productores petroleros en la Cumbre de París sobre la problemática del calentamiento global, en donde pretendieron “comprar” las voluntades de algunos científicos en aras de que cambien sus informes, o por lo menos que los minimizaran para lograr un menor impacto sobre el serio problema que tenemos y se nos avecina en materia ambiental. Creo que es hora que se empiece a tomar la problemática ambiental en serio y dejar de lado los mezquinos intereses de algunos.

1 comentario:

Isaac Morán dijo...

Aquí en España hay zonas donde los agricultores se están uniendo para producir grano con vista a la producción de es tipo de combustible. La pena es la falta de apoyo de las instituciones, que se van adaptando muy lentamente a estas nuevas situaciones. De todas formas, también pasa por que las compañias automovilísticas mejoren los rendimientos de los vehículos, para economizar aún más en combustible (un coche híbrido con motor eléctrico y de bio-etanol sería genial).
Buen blog. Saludos!!