martes, 10 de abril de 2007

¿Papas dietéticas y sin cáncer?



Investigadores del Instituto de Biotecnología del INTA-Castelar y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEyN) desentrañaron uno de los mecanismos por los cuales la planta de papa acumula glucosa en sus tubérculos.

El hallazgo permitiría obtener variedades con menor contenido de azúcares reductores, responsables del oscurecimiento que sufre la papa durante la fritura o el horneado, un proceso en el que se forman grandes cantidades de poliacrilamida, un compuesto potencialmente cancerígeno.

Los científicos fabricaron plantas de papa transgénicas, les incorporaron un fragmento de ADN que contiene el gen Asr1( la familia de genes Asr se activa bajo estrés y durante la maduración de los frutos) del tomate unido a elementos regulatorios. De esta manera, pudieron aumentar o disminuir la actividad de ese gen y estudiar los efectos de los, cambios.

Se logró demostrar que si se altera la expresión del gen Asr1 se modifica la cantidad de glucosa en el tubérculo, en efecto, el trabajo muestra que en las plantas donde la actividad del gen es mayor hay menos azúcar en sus tubérculos.

Ese efecto se debería a una menor producción de la proteína que transporta glucosa hacia y desde el interior de las células. Pero el estudio muestra también que las variaciones del Asr1 también alteran el contenido de otras sustancias celulares, como ácidos orgánicos y aminoácidos.

Si los ensayos pueden reproducirse fuera del laboratorio, el paso siguiente es obtener papas transgénicas con la cantidad de azúcares reductores adecuada, de manera de reducir al mínimo el oscurecimiento y sin perder el sabor.

La importancia de lograr un transgénico que alcance el "justo equilibrio" en la cantidad de esas sustancias está en que la industria mundial de papas fritas mide la calidad del producto por su contenido en azúcares reductores. De hecho, la Unión Europea elaboró una clasificación a partir de ello y prohibió la venta de papas para consumo humano cuando superan cierto valor máximo de esos compuestos.

En el laboratorio, en tanto, los resultados obtenidos generan entusiasmo y nuevas hipótesis, este es un nuevo punto de partida para estudiar la relación entre el estrés y el transporte de azúcares porque esto nos puede estar diciendo que, como mecanismo de defensa ante el estrés, la planta redistribuye los azúcares en todos sus órganos.

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