domingo, 25 de noviembre de 2007

El precio de la extinción



Un equipo internacional de científicos advierte que la extinción de especies reducirá la productividad de las plantas en la Tierra.

En el análisis, recientemente publicado, un equipo de investigadores muestra que según las diversas especies de plantas se vayan extinguiendo en todo el mundo, los habitats naturales contendrán cada vez menos número de especies y serán cada vez menos productivos. Esta situación comprometerá los beneficios y recursos que los humanos conseguimos de la Naturaleza. La reducción de productividad podría llegar a ser del 50%.

Según Bradley Cardinale de University of California en Santa Barbara, y líder del estudio, el proceso mediante el cual las plantas crecen y producen biomasa es uno de los procesos fundamentales más importantes de este planeta.

La productividad de las plantas regula la habilidad de la Naturaleza para fijar el dióxido de carbono de la atmósfera, que es un potente gas de efecto invernadero, y cuyo aumento en los últimos años debido a la actividad humana está produciendo el cambio climático. Además, las plantas producen oxígeno, comida, madera, fibras e incluso biocombustibles. La extinción de especies comprometerá los beneficios que la Naturaleza proporciona a la humanidad.

El estudio consta de 44 experimentos repartidos por todo el mundo que simulan la extinción de especies vegetales y muestran que los ecosistemas con menos especies producen un 50% menos de biomasa que aquellos con niveles de diversidad altos.

Los análisis de estos investigadores proporcionan la más amplia prueba de que los habitats naturales, con gran variedad de especies, son más productivos. Esto ocurre parcialmente debido a que las comunidades diversas son más propensas a contener especies altamente productivas. Pero, y lo que es más importante, los análisis muestran que las comunidades ricas en especies son más productivas porque las plantas son más complementarias entre ellas en cómo usan los recursos biológicos.

Las distintas especies de plantas funcionan como un equipo de fútbol que tenga grandes jugadores que son muy productivos en goles y dominan el juego. Pero estos jugadores no podrían tener éxito sin la ayuda de muchos otros jugadores del mismo equipo no tan productivos en goles. Todos juntos son los que alcanzan el mayor éxito a la hora de que el equipo, como un todo, consiga golear.

En las comunidades de plantas hay grandes “estrellas” y plantas que las apoyan. Algunas plantas son tan productivas que dominan la productividad del hábitat al completo, pero las especies de apoyo las complementan ayudando a aumentar su productividad y la de toda la comunidad.

La extinción de especies es uno los cambios ambientales más pronunciados y graves de nuestro tiempo, y ya muchos científicos afirman que nos encontramos en medio de la sexta gran extinción en masa de la historia biológica del planeta, esta vez por culpa del ser humano. Según algunas estimaciones el 50% de todas las especies conocidas podrían extinguirse a final de siglo.

Cardinale pone de manifiesto que los experimentos realizados hasta el momento probablemente infraestimaban el impacto de la pérdida de especies en los ecosistemas. Desafortunadamente estos experimentos se realizaban durante sólo unos pocos años como para ver los efectos a largo plazo de la poca variedad en especies. En los experimentos que él y sus colaboradores han realizado, y que se prolongan durante más tiempo que el habitual, han detectado fuertes impactos sobre la productividad debidos a la pérdida de especies y han visto que este efecto se incrementa con el tiempo.

Sólo añadir, que los ecosistemas (o la Tierra al completo) son sistemas complejos en los que muchas especies están interrelacionadas. Tratar de salvar de la extinción al lince ibérico o al rinoceronte indio no tiene sentido si no preservamos los habitats donde viven, los colindantes, y por extensión los de toda la Tierra. Las plantas y otros “especies inferiores” o poco “simpáticas” a nuestros antropocéntricos ojos son tan importantes como las más famosas y bellas. Ninguna especie es mejor o peor que otra, todas cumplen su función. Una simple y humilde especie de bacteria puede ser fundamental para la supervivencia del resto de las especies de su ecosistema, especies que pueden caer, como las fichas de un dominó, una tras otra en un proceso de extinción imparable y sin límite.

La pérdida de estas especies no sólo nos privará de los recursos y beneficios de los que habla este estudio y de otros beneficios prácticos similares, además nos privará para siempre de todo el conocimiento que podríamos haber adquirido sobre estas especies únicas y de las complejas relaciones que mantienen entre ellas.

Fuente: University of California, Rodolfo Coricelli



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