El cuello de botella de la implantación de automóviles eléctricos son las baterías. Éstas son en general pesadas, caras y lentas de cargar. Aunque ya hay incluso un deportivo (a precio estratosférico) que acelera de 0 a 100 Km. /h en 4 segundos y alcanza los 210 Km/h, pero que tarda 3 horas y media en recargar las baterías para una autonomía de sólo 400 Km/h.
Una manera de solucionar el problema es usar hidrógeno y combinarlo con el oxígeno atmosférico en células de combustible para producir electricidad. Pero entonces el problema es almacenar el hidrógeno. Si se da con una buena solución para almacenar este gas quizás incluso se puedan usar dichas células incluso en ordenadores portátiles y similares.
El químico Don Gervasio de Arizona State University y sus colaboradores han dado con un sistema de almacenamiento de hidrógeno sencillo y eficiente a temperatura ambiente que genera en peso más electricidad que cualquier sistema de baterías existente.
El sistema se basa en una solución alcalina de borohidrato al 30% en la que el agua contiene un tercio más de hidrógeno que el mismo volumen de hidrógeno líquido criogénico. La ventaja es que este sistema almacena el hidrógeno a temperatura ambiente, es estable, no es tóxico y tiene un precio competitivo.
El hidrógeno es liberado a través de un proceso de catálisis mediado por rutenio (un caro metal precioso), el hidrógeno gaseoso pasa entonces a la célula de combustible través de una membrana y se combina con el oxígeno produciendo electricidad y vapor de agua.
Teóricamente se puede alcanzar una densidad de almacenamiento de 2200 vatios / hora por litro, mientras que una batería de litio polímero de alta tecnología sólo rinde 200.
En las versiones anteriores del sistema había problemas por la acumulación de óxido de boro insoluble. La solución encontrada ha sido disolverlo utilizando el componente principal de los anticongelantes para autos: etileno glicol. El prototipo ya funciona al 15% de borohidrato, pero se espera llegar al 30%.
Por otro lado, la implantación de células de combustible basadas en metanol en aparatos electrónicos de consumo se retrasa y tardará de 3 a 5 años más en llegar al mercado. Estas baterías tendrían una capacidad 10 veces superior a las convencionales de litio y se recargarían al instante. Pero al parecer las compañías están preocupadas por la seguridad de las mismas. Recientemente han tenido que retirar miles de baterías convencionales de litio por peligro de incendio.
Fuente. TheScientificCartoonistUna manera de solucionar el problema es usar hidrógeno y combinarlo con el oxígeno atmosférico en células de combustible para producir electricidad. Pero entonces el problema es almacenar el hidrógeno. Si se da con una buena solución para almacenar este gas quizás incluso se puedan usar dichas células incluso en ordenadores portátiles y similares.
El químico Don Gervasio de Arizona State University y sus colaboradores han dado con un sistema de almacenamiento de hidrógeno sencillo y eficiente a temperatura ambiente que genera en peso más electricidad que cualquier sistema de baterías existente.
El sistema se basa en una solución alcalina de borohidrato al 30% en la que el agua contiene un tercio más de hidrógeno que el mismo volumen de hidrógeno líquido criogénico. La ventaja es que este sistema almacena el hidrógeno a temperatura ambiente, es estable, no es tóxico y tiene un precio competitivo.
El hidrógeno es liberado a través de un proceso de catálisis mediado por rutenio (un caro metal precioso), el hidrógeno gaseoso pasa entonces a la célula de combustible través de una membrana y se combina con el oxígeno produciendo electricidad y vapor de agua.
Teóricamente se puede alcanzar una densidad de almacenamiento de 2200 vatios / hora por litro, mientras que una batería de litio polímero de alta tecnología sólo rinde 200.
En las versiones anteriores del sistema había problemas por la acumulación de óxido de boro insoluble. La solución encontrada ha sido disolverlo utilizando el componente principal de los anticongelantes para autos: etileno glicol. El prototipo ya funciona al 15% de borohidrato, pero se espera llegar al 30%.
Por otro lado, la implantación de células de combustible basadas en metanol en aparatos electrónicos de consumo se retrasa y tardará de 3 a 5 años más en llegar al mercado. Estas baterías tendrían una capacidad 10 veces superior a las convencionales de litio y se recargarían al instante. Pero al parecer las compañías están preocupadas por la seguridad de las mismas. Recientemente han tenido que retirar miles de baterías convencionales de litio por peligro de incendio.
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