La biotecnología es la ciencia, y cada vez más la rama industrial, que aprovecha los conocimientos extraídos de la biología para la fabricación de nuevos productos.
El plástico está por todos lados, y podría ser biodegradable.
Existen muchos campos a los que se puede aplicar la biotecnología. Un buen ejemplo lo encontramos en la medicina. En la fabricación de antibióticos se utilizan microorganismos desde hace siglos. También a la agricultura o a la producción de carburantes sirve la biotecnología, sin olvidar otro importante sector que es el de los productos químicos.
Con biotecnología se pueden fabricar plásticos, que a la vez son biodegradables, papeles, textiles, aromas y perfumes. En realidad, todo lo que hoy se produce gracias al petróleo.
Los productos farmacéuticos se pueden fabricar químicamente, de forma sintética, o haciendo uso de organismos y células que igualmente generan la sustancia buscada.
Por lo general, las estructuras de los productos creados a partir de la biotecnología son más complejas: sus moléculas son de una complejidad que la química no puede reproducir.
Nuestro cuerpo fabrica él mismo muchas sustancias. Por ejemplo, insulina. Para las personas que sufren una disfunción y no generan ciertos elementos, como por ejemplo los diabéticos, éstos pueden ser fabricados con métodos biotecnológicos y así corregir el error en el funcionamiento de su organismo.
Tomemos el plástico como ejemplo: hoy se fabrica principalmente a partir del petróleo. Muchas moléculas que proceden del petróleo están unidas las unas a las otras y conforman objetos de plástico. Pero se pueden tomar otras moléculas, que se unan del mismo modo y a su vez hayan sido fabricadas a partir de bacterias.
Por ejemplo, las moléculas de ácido láctico, nacidas de las mismas bacterias que se usan en el yogurt. Muchas moléculas de ácido láctico unidas las unas a las otras crean un plástico del que se pueden fabricar bolsas, recipientes, e incluso textiles.
Los carburantes alternativos pertenecen también al ámbito de la biotecnología. Hoy en día, los combustibles para los coches, los aviones, etc., se extraen del petróleo. Pero también con bacterias o levaduras se pueden fabricar carburantes. Del azúcar, por ejemplo, se extrae etanol. Basta con tomar una levadura, como la que sirve para la repostería o la fabricación de cerveza, y por el mismo proceso de fermentación, del azúcar obtenemos etanol.
La mayoría de los medicamentos que salen nuevos al mercado proceden de la biotecnología y no de la química tradicional. En cuanto a los biocarburantes, la tecnología funciona, existen plantas, que producen cientos de miles de toneladas de etanol, pero en comparación con el consumo de petróleo todavía es muy poco lo que se fabrica.
Existen ámbitos en los que las empresas europeas llevan la delantera, como por ejemplo en el campo de los biocatalizadores. En otros, como el de los biocarburantes, aunque la tecnología es la misma o muy parecida, en países como Estados Unidos se produce mucho más que en Europa. En un tercer campo de la biotecnología, es el que se dedica a las plantas y su modificación genética, en Europa reina una importante cautela porque los ciudadanos europeos rechazan la aplicación de esta técnica, quizás por el desconocimiento de esta tecnología que hasta el día de hoy no ha tenido ninguna contraindicación y que por lo contrario ha demostrado múltiples beneficios.
viernes, 1 de junio de 2007
La Biotecnología base de la industria?
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